Reciclaje en sismos, terremotos o derrumbes

Un sismo genera toneladas de desechos clasificados por Ley como Residuos de Manejo Especial, pero ante una inesperada despedida de los restos de nuestra antigua urbe, ¿quién se ocupa del manejo de estos residuos? ¿Cuál es el sitio adecuado para guardar destrozos? y ¿Cómo podemos reconstruir a bajo costo sustentablemente? Entérate un poco de ello.

Sin duda alguna el sismo del pasado 19 de septiembre de 2017 en México nos movió mental y físicamente, las afectaciones en la ciudad generaron gran cantidad de materiales y desechos que han tenido que ser removidos rápidamente de sitios dañados para llevar a cabo la gran tarea de REconstrucción. Foto:Edificio en Av. Alvaro Obregón 286 (Fuente: El Universal).



REcomencemos sobre una definición en papel

Lo que queda después de un temblor no solo son escombros como tal. En México, según la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR), los residuos producidos inmediatamente después de pocos pero largos y angustiantes minutos por nuestras ciudades colapsadas, podrían clasificarse como Residuos de Manejo Especial (RME), porque provienen de un gran generador, o sea son muchos, de muchos tipos, al mismo tiempo, en un periodo breve: una ciudad en caos.

Separar RME es una tarea compleja, ya que están mezclados con Residuos Sólidos Urbanos (RSU), Residuos Orgánicos (RO) y hasta Residuos Peligrosos (RP) y su manejo adecuado en situaciones como un terremoto, no esta propiamente en ningún manual práctico y realmente aplicable (hay que especificar eso), sobre todo por la rapidez con la que hay que trasladar los desechos resultantes, lo más pronto y mejor posible. En pocas palabras, sabemos que no es nada fácil trabajar en ello.


Proceso de despedida de nuestra antigua urbe

Muchos no lograron seguir con vida y muchos otros quedaron como si nada hubiera pasado. No estuvo planeado ver como se esfuman construcciones dando lugar a nuevos espacios vacíos, decir adios a cosas materiales valiosas o no, pero nuestras, en segundos y saber que ahora son solo restos de algo que no se puede recuperar, es una gran transformación.

Mientras vivimos esa separación, se limpia todo y tratamos de liberarnos de semejante cantidad de cascajo, mezclado con basura y pertenencias significativas, ahora sin dueño que pueda localizarlas, parecería que se toma poca conciencia de a donde va todo lo que ya no queremos ver o simplemente ya no es útil posteriormente a la actividad sísmica, no obstante, la vida continua y nos empuja a decidir que hacer, mover todo a otro punto distante.


Sitios para guardar destrozos

Los lugares apropiados para depositar las huellas de destrucción de un sismo deberían cumplir con características especificas para minimizar la contaminación o efectos nocivos en la salud tanto del ambiente como de la población.

Los factores para la búsqueda y selección del lugar son varios y pueden resultar polémicos, lo que si esta claro es que los Residuos de Manejo Especial, NO deberían terminar "tirados" en vertederos sin tratamiento alguno, habría que procurar en lo posible, aun con las circunstancias ocurridas, no dañar, ensuciar o contaminar áreas vulnerables como las Areas Naturales Protegidas, es decir, proteger lo que se conserva, rescatar lo esencial...la vida y las zonas que la albergan, bosques, reservas, barrancas y parques, entre otros pacíficos y maravillosos espacios. Entonces si se ha tratado de velar por su preservación, en la CDMX, ¿Dónde se llevan los restos de un sismo, terremoto o derrumbe?




Fuente: Twitter @normatecamb



El Bordo: Válvula de escape

Nuestro antiguo punto para tirar todo tipo de desperdicios, uno de los que se incluyen en la lista de los más grandes del mundo, el Bordo Poniente (localizado entre Edo Méx y CDMX), que desde el 19 de diciembre de 2011 esta clausurado al haber llegado a contener aproximadamente unos 70 millones de toneladas de basura, entre otros sitios funcionó como "válvula de escape" para desahogar los restos de este fuerte suceso.




Cascajo urbano en la CDMX 








En esta ocasión el gobierno de la CDMX traslado cientos de miles de metros cúbicos de escombros principalmente a una de las zonas del Bordo, aunque había por lo menos 12 sitios con capacidad para recibir de mejor manera estos residuos e incluso los resultantes de la construcción de los próximos 15 años según la UNAM.

Muy posiblemente, la decisión fue tomada con premura más que con base en normas ambientales o de manejo de residuos, ya que haberlo hecho casi al pie de la letra implicaba darle un adecuado y costoso manejo (lo cual incluye reciclado) de Residuos Peligrosos Tóxicos y Residuos de Manejo Especial, como el mismo escombro, unicel, muebles destruidos, pinturas, y diversos materiales de construcción que pueden ser dañinos para la vida y su entorno natural.

¿Que ambiente se respira en la CDMX? 


Emocionalmente hablando después del sismo, respiramos una mezcla de miedo, euforia por ayudar, tristeza, tranquilidad, zozobra, todo en conjunto. Sin embargo, con semejante movimiento terrestre, también se liberan componentes químicos que bajo condiciones como calor y/o humedad quedan flotando en el aire. Ademas del polvo de las construcciones que muchos vieron caer, respiramos humo, cenizas, oxido, polvo de madera, en sí partículas de todo tipo que quedan por supuesto fuera del un manejo integral o "completo", porque ha resultado imposible cumplir ya sea cuidadosamente o no, con todos y cada uno de los aspectos ambientales y sociales contemplados en una norma ambiental.




¿Quién empezó a manejar los residuos del sismo de la CDMX?

El sismo no fue planeado por supuesto, por lo que no estabamos listos para saber que hacer con los pedazos de la ciudad, muchos seguiran pensando cual hubiera sido la mejor opción pero los que si están poniendo manos a la obra en la clasificación de todos los desechos de la destrucción de la CDMX son los pepenadores. Los pepenadores resultan ser cuadrillas de ingenieros y técnicos de separación de residuos sin título, que pueden espulgar entre sus manos cientos de recuerdos de vida de miles de personas, recicladores de objetos ahora carentes de valor emocional mas no de valor económico.

REcuperar lo perdido y REvenderlo a través de valor por kilo es una de las tareas que aunque "fuera de la Norma", sabemos que ayuda económicamente a un sin número de personas y porque no mencionarlo, también al ambiente a falta de llevar a cabo el manejo de RME como "se debe", que esperemos en algún momento se retome por parte de las autoridades expertas en la materia.






¿Qué deja atras el sismo?

Los inmuebles destruidos como cientos de casas, oficinas y grandes edificios dan como resultado gran cantidad de materiales, que al cuantificarse volumétricamente con una formula especifica pueden liberar el Fondo de Desastres Naturales, o sea dependiendo de la proporción de devastación será el fondo desbloqueado.

Ademas de este fondo, técnica y fríamente hablando el sismo genera toneladas de nuevo material de construcción para rellenos, banquetas, fierro, varillas, colchones, componentes eléctricos de cobre, electrodomésticos, electrónicos, vehículos automotores, llantas, ropa, zapatos y "cosas de valor" pertenencias sin dueño presente, que han llegado al final de su vida útil aparentemente, solo un alto en el camino, cambiando de manos.

Como sabemos las crisis (por mas graves que sean) generalmente crean oportunidades, en esta ocasión para las personas que menos tienen e incluso que también perdieron, lo poco que tenían. Duele, mucho, algunos que generalmente no posen demasiado en la vida, con animo buscan y escudriñan restos, esperando encontrar objetos, entre montañas de basura que han tocado por mucho tiempo ahora renovadas, algo que les sirva, dinero, joyas, aparatos medio aboyados, ropa o fierros viejos, tesoros perdidos. Otros tienen desconsuelo por solo quedarse con lo que traen puesto sin nada mas lo esencial: fuerza para continuar. La vida nos hace retransformarnos, resurgir y recomenzar a veces con fortaleza, como esta ocasión.


REconstruir sustentablemente

La construcción con materiales distintos a los tradicionales como lo son toneladas de botellas vidrio o plástico PET puede sonar novedoso, sofisticado o incluso mal hecho para algunos. Podemos dudar del proyecto, el paradero de los envases donados, la eficiencia de las construcciones o simplemente creer que eso no sirve. Sin embargo las construcciones sustentables, edificaciones ecoeficientes o ecológicas no son un invento que surgió de la noche a la mañana.

Decenas de científicos, empresarios y otros países ya las han utilizado. Los proyectos de construcciones sostenibles tienen como objetivo la reducción del impacto ambiental, la utilización de recursos reciclables y renovables, procuran una casa digna a las personas que perdieron su hogar, a menor costo, son resistentes, aislantes de ruido y de calor, pero sobretodo estarán hechas con esperanza, eso ni dudarlo.





Así que el planeta sigue el rumbo, los arboles comienzan a tirar y recuperar sus hojas y la vida sigue, aunque a veces nos enseña que no somos invencibles ni  mas extraordinarios que todas las especies que viven en la Tierra. Esperamos que a pesar de ser un tema complicado, nuestro entorno y los que vivimos aquí recuperemos gran parte de lo que perdido, dejando a la vista mayores oportunidades de vida, reconstrucción, realización y sobre todo ganas de continuar a pesar de los cambios naturales que nunca dejaran de sorprendernos.

Fuerza, agradecimiento y animo a todos. ¡Nos leemos pronto!


Fuentes y fotos

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